ESCULTURAS | Un Año de Milagros (2015)
Esta serie es el producto de un año intenso a nivel personal y profesional.
Las esculturas que la componen son el intento de dar forma física a una serie de inquietudes y reflexiones sobre cómo la manera condicionada de mirarme a mí y al mundo que me rodea, crea una “realidad” que puede no ser real.
Tal vez sea necesario cuestionar cada una de las creencias y conceptos que me han sido impuestas, para de alguna manera despertar de esta especie de sueño.
Las diecisiete piezas en bronce representan el proceso de “ese” hipotético despertar. Para ello me sirvo de figuras muy reconocibles que juegan el papel de símbolos o metáforas:
El águila y la serpiente alada que en el mundo chamánico indígena de América simbolizan la verdad, la sabiduría y el despertar espiritual.
Él bebe expresa lo nuevo, el renacimiento.
Las figuras humanas nos representan en esa búsqueda, y las vemos en algunos de los estados que conlleva ese proceso.
Los elementos de la naturaleza (ola y tronco) son los obstáculos que creemos que hay que superar.
Las piezas con gatos y ratones simbolizan los miedos y su cuestionamiento.
Y el árbol que crece en un mundo geometrizado y artificial, representa la vida que es inextinguible por más que se la intente encarcelar.
Así como en algunas de las obras se percibe una lucha por alcanzar algo, en otras, con cierto tono humorístico, hay una actitud de dejarse llevar por una Guía interna que dota de paz, y que es la que permite que los milagros ocurran.
Cada pieza está acompañada de un pequeño texto que complementa a la figura en su significado.
Finalmente, el propósito de esta serie no es otro que el de crear un espacio en el que el espectador pueda hacer suyo alguno de los interrogantes que se plantean en cada una de las obras.